Meditación

Las principales técnicas de meditación

Hay cientos de técnicas de meditación, pero no te preocupes, es inútil conocerlas todas en primer lugar. De hecho, ni siquiera es recomendable. Para empezar, sólo serán necesarias 2 o 3 técnicas. Por lo tanto, es mejor concentrar su energía y sus esfuerzos en estas pocas técnicas que dispersarse. Esto le ayudará a progresar más rápidamente.

Los 4 tipos más comunes de meditación son: meditación vipassana, meditación trascendental, meditación Zen y meditación de atención plena.

Meditación Vipassana

La meditación Vipassana se basa principalmente en la respiración. Permite, entre otras cosas, desarrollar la concentración y la atención. Esta meditación es considerada a menudo como el cemento y la base de otras técnicas de meditación porque sin concentración y atención, es casi imposible progresar en el camino de la meditación.


Meditación trascendental

La meditación trascendental es una técnica de relajación profunda y desarrollo de la conciencia. Se basa en particular en el uso de mantras (frases o palabras repetidas muchas veces). Algunos lo consideran el más fácil porque ofrece un soporte más concreto para la concentración, pero en realidad, su perfecto dominio requiere mucha experiencia.


Meditación Zen

Basado en la experiencia inmediata y la comprensión de todo sobre el terreno. Esta meditación utiliza técnicas para cambiar nuestra visión de la realidad. Permite un cambio radical de perspectiva sobre el mundo y sobre nosotros mismos a través de la observación y la reflexión. Algunos lo encontrarán más palpable, otros lo encontrarán totalmente hermético.


Meditación en plena conciencia

Esta forma de meditación nos permite liberarnos del flujo de pensamientos que constantemente atraviesa nuestras mentes y despertarnos plenamente en el momento presente. Se trata de tomar conciencia de cada momento, del propio cuerpo, de los demás y del propio entorno. Te permite estar "despierto", en plena conciencia de ti mismo y de los demás en cada momento de tu existencia.


Comenzar la meditación

Puedes hacer tu primera sesión de meditación ahora si lo deseas. Todo lo que tiene que hacer es cerrar los ojos, ralentizar la respiración ligeramente y concentrarse en la sensación de que el aire entra y sale por las fosas nasales.

Te darás cuenta de que es difícil permanecer enfocado en este sentimiento porque los pensamientos e ideas están constantemente pasando por nuestras mentes y nos impiden permanecer totalmente enfocados. Cuando su mente se pierda, trate de volver a enfocarse en la sensación de aire entre las fosas nasales.

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Felicidades, has hecho tu primera sesión de meditación. Por supuesto, esta no es una sesión real, pero seguramente ya habrá notado una ligera sensación de relajación y relajación. Es un comienzo. Imagine los resultados después de unas semanas de práctica adecuada con sesiones más largas.


El principio básico de funcionamiento de la meditación

El principio básico de la meditación es desarrollar la atención y la concentración. El desarrollo de estas dos facultades por sí solo puede tener repercusiones extraordinarias en todas las dimensiones de nuestras vidas.

Si has hecho la pequeña prueba de meditación en el párrafo anterior, seguramente habrás notado que es difícil mantener tu atención enfocada en un tema en particular (respiración por ejemplo) sin que surjan pensamientos en tu mente. Aunque sólo sea por unos minutos.

Utilizamos aquí el término "pensamientos" en sentido amplio: un pensamiento que puede ser una idea, una emoción, un recuerdo, etc.... Pensamos en algo que hacer, no olvidar, encontrar una solución a un pb, etc....

En realidad, durante todo el día, los pensamientos se suceden en nuestras mentes, en una sola fila, sin descanso. No hay casi ningún segundo durante el cual nuestra mente no sea capturada por ningún pensamiento. La mente está zumbando, lo que puede dar la impresión de estar abrumada, de "sobrecalentamiento" y que aumenta considerablemente el nivel de estrés y tensión.

También nos damos cuenta de que tenemos muy poco control sobre los pensamientos que pasan por nuestras cabezas. Reaccionamos a estos pensamientos de forma instigada, la mayoría de las veces por automatismo: sin pensar realmente o entender lo que estamos haciendo y por qué lo estamos haciendo. Utilizamos los términos "perdido en sus pensamientos" o "ahogado en sus pensamientos" o "absorto en sus pensamientos".

Desarrollar su atención y concentración le permite controlar este flujo y dar un paso atrás de todos estos pensamientos. También nos permite estar más presentes en lo que hacemos, estar más atentos a nuestras necesidades.

 

De hecho, al liberar nuestra atención de este diálogo interno, tenemos más atención a escuchar a los demás. Al desarrollar nuestras habilidades de escucha, nos volvemos más tolerantes, más comprensivos, más sociales, más amables y más cómodos con los demás.

Desarrollar nuestra atención y concentración también nos permite trabajar extraordinariamente duro sobre nosotros mismos. Esta es la base de todo el trabajo de desarrollo interno. La concentración nos permite escudriñarnos internamente con gran precisión y levantar los velos, los malentendidos, las tensiones internas, las contradicciones y las mentiras que hacemos de nosotros mismos.

Al comprender los mecanismos que nos habitan y animan, aprendemos a aceptarnos como realmente somos con nuestras cualidades y defectos. Es un primer paso hacia la felicidad y una mayor sabiduría.

Este proceso interno sólo es posible a través de una gran atención y concentración, sin estar constantemente distraídos por nuestro flujo de pensamientos. De lo contrario, es imposible llegar al fondo de las cosas y encontrar las respuestas reales a nuestras preguntas.

Incluso si usted no está listo para una introspección tan profunda, el aumento de su capacidad de atención traerá muchos beneficios a su vida diaria.


Los beneficios de la meditación

Cuando la meditación se practica correctamente, los primeros beneficios comienzan a sentirse después de 2 a 3 semanas. Después de unos meses de práctica se produce una transformación interna más profunda. Los beneficios de la práctica regular de la meditación son numerosos y han sido probados por miles de estudios científicos a lo largo de los siglos.

Por ejemplo, ha habido un desarrollo muy claro de las capacidades mentales, en particular la concentración y la atención. Los meditadores son más ágiles mentalmente, más alerta que el promedio. Son capaces de integrar y comprender rápidamente temas muy complejos y están estructurados tanto creativa como mentalmente.

También hay diferencias significativas en el comportamiento. Las personas que practican la meditación son más amables, más cuidadosas, más sociables y más tranquilas. Los estudios sobre el estrés han demostrado que los meditadores tienen un nivel de estrés entre un 30 y un 40% más bajo que aquellos que no practican la meditación y que tienen un estilo de vida comparable. Los meditadores son menos propensos a la ira y la depresión. Muchos psicoterapeutas utilizan la meditación en sus terapias de depresión.

Por último, hay diferencias físicas: Mathieu Ricard, uno de los más eminentes monjes budistas franceses, emisario oficial del Dalai Lama en Francia, y una base científica ha demostrado con certeza que después de tres meses de meditación, observamos un fortalecimiento del sistema inmunológico, un aumento del 20 al 30% en los anticuerpos, un aumento de las células madre en la sangre. La meditación también ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre y la presión arterial.

El propósito último de la meditación es lograr una felicidad perfecta e inquebrantable frente a los caprichos de la vida. Esta felicidad puede lograrse a través de una comprensión y aceptación plena de nosotros mismos, de los demás y de nuestro entorno en general.

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