Ámbar

Propiedades del Ámbar

Propiedades del Ámbar

El ámbar, aunque no tiene propiedades ni origen mineral, es considerado una gema o piedra fina por los especialistas en joyería. Se forma a partir de la fosilización de una oleorresina secretada por coníferas hace millones de años. Pertenece a la familia de las gemas orgánicas, como los corales, el nácar, las perlas y el marfil.

El ámbar está compuesto por minerales orgánicos amorfos y es muy frágil, con una dureza de 2 a 2,5 en la escala de Mohs. Su baja densidad (1,05-1,10) explica por qué flota en agua salada, como ocurre con el ámbar báltico.

El ámbar puede variar entre transparente, translúcido u opaco, con un brillo que va de resinoso a graso. Su gama de colores incluye tonos como amarillo, naranja, marrón, verde, azul y negro.

Los yacimientos más importantes de ámbar se encuentran en Europa (Suecia, Finlandia, Gran Bretaña, Ucrania y el Mar Báltico entre Lituania y Polonia), así como en la República Dominicana y México.


Historia del Ámbar

El término "ámbar" proviene de la palabra árabe anbar, que hace referencia al ámbar gris, una sustancia muy valorada en perfumería producida por los cachalotes. Los antiguos griegos llamaban al ámbar elektron, dando origen a la palabra "electricidad", en alusión a las propiedades electrostáticas descubiertas por Thales.

El ámbar ha sido conocido desde la prehistoria, como lo demuestran descubrimientos arqueológicos de joyas y objetos ornamentales. Civilizaciones como los egipcios, micénicos y romanos lo consideraban valioso. Para los romanos, era símbolo de eterna juventud, atribuido a su capacidad para conservar insectos y pequeños animales atrapados en su interior.

En la mitología eslava, el ámbar representaba lágrimas petrificadas de los dioses, mientras que en la mitología griega, Ovidio relataba cómo las lágrimas de las hijas de Helios se transformaron en ámbar.

Hoy en día, el ámbar es ampliamente utilizado en joyería, aunque su éxito ha dado lugar a numerosas falsificaciones.



Beneficios del Ámbar

El ámbar ha sido utilizado con fines medicinales desde la antigüedad. Actualmente, en litoterapia se le atribuyen los siguientes beneficios:

Físicos:

Alivia dolores como migrañas, molestias dentales y quemaduras leves.

Beneficia la piel al tratar condiciones como acné, eccema y abscesos.

Refuerza el sistema inmunológico, combate alergias y promueve la cicatrización.

Psicológicos:

Ayuda a reducir ansiedades y miedos, promoviendo serenidad y confianza.

Fomenta la paciencia, la sabiduría y actúa como un escudo contra la negatividad.

Energéticos y kármicos:

Relacionado con el chakra del corazón y el plexo solar.

Ayuda a superar la depresión y actúa como preventivo contra resfriados y gripes.

Cuidado y purificación del ámbar:

El ámbar puede purificarse bajo agua corriente o dejándolo en un tazón de agua durante la noche. Al ser frágil, se debe evitar el uso de productos químicos como disolventes o alcohol. No necesita recargarse y no debe exponerse al sol.