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Los cuencos tibetanos son un instrumento muy utilizado para la meditación de atención plena. Son una poderosa herramienta de relajación mental que ejerce una fuerte influencia armoniosa sobre el cuerpo y la mente, generando una gran sensación de paz y bienestar.
Su historia comienza hace unos 3.000 años. Aunque sus orígenes son imprecisos, se cree que proceden de la fusión de las culturas budista y chamánica. Según el gran maestro bodhisattva tibetano Gwalwa Karmas, emiten el sonido del vacío: como una manifestación del universo.
El Dalai Lama y los monjes tibetanos empezaron a utilizar los cuencos cantores como herramienta para lograr la armonía. En la mayoría de las culturas, se asocian a la espiritualidad. Sin embargo, según la tradición tibetana, estos cuencos se originaron alrededor del 480 a.C.
Estos cuencos se han utilizado durante miles de años con fines terapéuticos en la medicina oriental. En Occidente, estos cuencos sólo se utilizan desde hace unos 40 años. Históricamente, se fabricaban en el Tíbet, Nepal, India, Bután, China, Japón y Corea, y su tamaño varía entre 10 cm y un metro de diámetro. Las más conocidas tienen entre 20 y 30 cm de diámetro.
Desde la antigüedad, el sonido ha formado parte de rituales y ceremonias que han forjado una forma de estimular el equilibrio: físico, mental y emocional. En la actualidad, se ha determinado que determinadas combinaciones de sonidos influyen en el sistema nervioso autónomo a través de un cambio en la vibración celular, reforzando así el sistema inmunitario y reduciendo los niveles de estrés.
Según la medicina tradicional china, el cuerpo no se restaura con el sueño, sino con el descanso y la quietud. El insomnio es en gran medida una consecuencia del estrés y la ansiedad.
Los cuencos son una puerta al silencio del ejercicio. Una vez habilitado el estado de relajación, la práctica del silencio es una forma de autoconciencia, desarrollo integral, manifestación de la creatividad e identificación de las señales corporales con claridad.
Los auténticos cuencos tibetanos se fabrican totalmente a mano, en moldes antiguos, con una mezcla de siete metales. Cada uno de estos metales está asociado a un cuerpo celeste. El plomo es Saturno, el oro es el Sol, la plata es la Luna, el cobre es Venus, el hierro es Marte, el mercurio es Mercurio y el estaño es Júpiter.
Funciona haciendo que el cuenco emita ondas sonoras que alcanzan una nota mantra mediante el roce constante de un elemento de madera en el borde, o golpeándolo suavemente con una baqueta. Estas ondas toman entonces la forma de una "voz que nos recuerda nuestro verdadero propósito en la vida". Al mismo tiempo, el cuenco emite potentes vibraciones.
Hay sonidos que ayudan al control mental a nivel subconsciente, para eliminar bloqueos o traumas que generan desequilibrios (físicos, químicos, emocionales, etc.).
El efecto de la música en el comportamiento humano como fenómeno social -observado desde la neurociencia- demostrado con la capacidad de modular la actividad en cualquier estructura cerebral, a nivel emocional. La modulación con las cazoletas se rige por el principio de la resonancia. Se refiere a la capacidad de una frecuencia para modificar otra.
Cuando las prácticas ancestrales se fusionan con las justificaciones científicas, además de entenderse como realidades fantásticas, se encuentran mecanismos para resolver diversos problemas y crear equilibrio en el individuo y su sociedad.
Los cuencos cantores aportan importantes beneficios a través de su sonido y vibración:
El estudio de sus efectos curativos se basa en el cerebro. Como órgano electroquímico, sus funciones se basan en la actividad eléctrica generada por las neuronas. La terapia de vibración estimula estas ondas cerebrales (alfa, theta o delta) creando un "sonido binaural".
Esta resonancia actúa como una especie de "droga auditiva" con fines curativos. El efecto sonoro fue descubierto en 1839 por Heinrich Wilhelm Dove. El oído izquierdo está a 400 Hz y el derecho a 410 Hz, lo que da lugar a un pulso binaural de 10 Hz. Las ondas cerebrales se alteran en el "área mesolímbica" (fundamental en la captación y experiencia de las sensaciones de placer y gratificación).
También hay una estimulación vibratoria del sistema nervioso parasimpático, que es el que nos permite volver a un estado de reposo después de un proceso estresante.
El sonido de los cuencos cantores es perfecto para equilibrar los chakras. Los chakras son vórtices energéticos situados en siete zonas de nuestro cuerpo: el tercer ojo, la coronilla, la raíz, el sacro, el plexo solar, la garganta y el corazón.
En el universo, cada átomo está en constante vibración y produce ritmo y movimiento. Estas frecuencias pueden ser a menudo distorsionadas, discordantes o negativas. Aquí es donde entran en juego los cuencos como poderosas herramientas para traer armonía y buena energía.
Las vibraciones de los cuencos viajan a través de la columna vertebral y proporcionan múltiples beneficios, como se ha mencionado anteriormente, principalmente sobre el sistema nervioso, y limpian la energía del cuerpo.
Si busca un cuenco tibetano, probablemente se encontrará con una gran variedad de diseños y formas. Por ello, hemos enumerado algunos consejos que le ayudarán a elegir.
Evita los grandes almacenes. Los auténticos cuencos tibetanos están hechos a mano y requieren mucha dedicación y cuidado durante todo el proceso de fabricación. Por eso es mejor comprarlos en nuestra tienda.
Esto depende principalmente del uso que se le vaya a dar al cuenco. Ya sea para conectar con el sonido a través de la meditación, para acompañar y/o complementar una clase de yoga, o para un trabajo terapéutico más profundo, como el masaje sonoro.
En contra de la creencia popular, no es necesario tener un cuenco para cada chakra ni un kit completo. Puedes empezar con un solo cuenco, que será la puerta de entrada a este vasto viaje.
Si lo buscas para meditar o para complementar una sesión de Reiki, la elección se inclina hacia cuencos más pequeños. Tienen una mayor capacidad para generar volumen y ser escuchados a media distancia. Sin embargo, si se realiza un trabajo físico, como el masaje sonoro, lo ideal son los cuencos más grandes y de tono más bajo. Los cuencos más grandes generan frecuencias y sonidos más bajos, y es más probable que relajen los músculos y los tejidos del cuerpo que los cuencos más pequeños o más agudos. También hay que tener en cuenta los siguientes factores:
Hay tantas formas de hacer un cuenco como formas de pensar. Algunos son mejores que otros, otros son muy indeseables. Entre los menos buenos están el método de fundición y la estampación. Le hablaremos de cada uno de ellos:
Si desea equilibrar sus chakras en casa con un cuenco tibetano, también es posible. Lo único que hay que hacer es preparar un espacio tranquilo y confortable, a la temperatura adecuada y libre de ruidos y distracciones.
Debe sentarse o tumbarse cómodamente, pero en una posición en la que se sienta cómodo y relajado. Puedes encender una vela o quemar incienso para promover una atmósfera de paz.
A continuación, sujeta el cuenco a la altura del pecho y empieza a tocarlo (más adelante encontrarás algunos consejos importantes para que suene bien), luego intenta mover el cuenco con cuidado mientras sigues tocándolo y colócalo a la altura de la frente, que es donde se encuentra el tercer ojo. A continuación, muévelo hacia la zona de la garganta, luego hacia el pecho, después hacia la zona abdominal y, por último, hacia la pelvis.
Recuerda dedicarle el tiempo y la concentración necesarios, y deberías sentir el efecto en los siete chakras.
Hay diferentes maneras de utilizar los cuencos tibetanos:
Aprender a tocar correctamente un cuenco tibetano requiere tiempo y práctica. Es muy común cometer algunos errores al principio, porque aunque parezca muy sencillo, en realidad es un arte.
Utilizarla correctamente requiere delicadeza, pero cualquiera que lo desee puede desarrollar esta habilidad si la practica con frecuencia y de la forma adecuada.
Hay algunas cosas que hay que tener en cuenta a la hora de pensar en cómo tocar un cuenco tibetano:
Ahora que sabes qué son los cuencos tibetanos, para qué se utilizan y cómo tocarlos correctamente, ¡disfruta de todos sus beneficios!