Sodalita
Propiedades de la sodalita
El sodalita se confunde a menudo con el lapislázuli y comparte algunas de sus características. La sodalita es un mineral perteneciente al grupo de los silicatos. La piedra consiste principalmente de silicato de sodio clorado y aluminio, con la inclusión de algunos otros metales. La sodalita tiene un sistema de cristal cúbico con una fractura concoidea irregular. Además de su característico color azul, que es muy confuso, la sodalita puede adoptar varios tonos que van del blanco al púrpura, amarillo, azul, verde, rosa... Su brillo varía de vidrioso a graso dependiendo de su composición química. La piedra puede ser transparente o translúcida. Su dureza varía entre 5,5 y 6 en la escala de Mohs.
Los yacimientos más notables de sodalita se encuentran principalmente en Afganistán, Francia, Italia, Groenlandia y Canadá. La piedra está disponible en dos calidades para diversos usos. Las sodalitas de calidad gema se utilizan en joyería y se cortan como piedras facetadas. Sodalitas macizas, cuya variedad de colores predestinan más bien a un uso ornamental.
Historia del sodalita
El descubrimiento de la sodalita data de 1806 y fue analizado unos años más tarde por el mineralogista escocés Thomas Thomson. El nombre de sodalita es en realidad una alusión directa a la composición química de la piedra. Es una palabra compuesta por los términos "soda", que hace referencia al sodio y al "lithos", que en griego antiguo significa piedra. Hasta la fecha, no se conocen referencias antiguas a la sodalita.
El éxito ornamental de la piedra se produjo a principios del siglo XX gracias a una princesa galesa. Encargó una gran cantidad de sodalitas en Canadá para decorar la Marlborough House de Londres. Este evento es el punto de partida del gran éxito comercial que sodalite seguirá disfrutando hasta el día de hoy.
Beneficios de la sodalita
A nivel físico, la litoterapia utiliza sodalita para regular la presión arterial. Entre otros usos, la piedra puede tonificar glándulas como la tiroides. También sería beneficioso en el tratamiento del eccema y otros problemas menores de la piel. Al igual que el lapislázuli, promueve un sueño tranquilo y elimina las pesadillas.
A nivel psicológico, la sodalita actúa como una piedra que fortalece y desarrolla la autoestima de uno mismo y de los demás. Por otro lado, la sodalita tiene una energía calmante y relajante, ideal para aportar un ambiente agradable a los espacios de vida y de trabajo. Al fomentar impulsos positivos hacia los demás, el sodalita exacerba los sentimientos de empatía y los gestos de consuelo.
Para la mente, la sodalita favorece la concentración y aclara la visión interior, para una mejor introspección y autocomprensión. Sodalite tonifica el cerebro y promueve un sentido de la lógica. Para las personas propensas a la ansiedad, la sodalita proporciona un valor renovado para enfrentar mejor los pequeños desafíos diarios. Ideal para actividades de grupo que requieren asistencia y cooperación mutua, sodalite garantiza una valiosa contribución al trabajo en equipo.
El Karma también se beneficia de las virtudes de la sodalita, que actúa sobre el chakra de la garganta y que ayudaría a sanar en caso de infecciones. La piedra también ayudaría a despertar el chakra frontal. Estimulando las facultades de la clarividencia, ayuda a acceder a los planos superiores de la conciencia. Piedra de meditación por excelencia, la sodalita abre el tercer ojo. Las personas que sufren de hipertensión nerviosa y estrés encontrarán en la sodalita un valioso aliado contra estos excesos emocionales.
Los signos astrológicos más favorables para la sodalita son la Virgen, Sagitario y Piscis.
La purificación de la sodalita se realiza colocando la piedra bajo el agua corriente durante unos minutos, o sumergiéndola en agua desmineralizada. Para recargarla, basta con exponerla a los rayos lunares, idealmente colocada sobre una geoda de amatista o una masa de cuarzo.